Ayudamos al famoso estudio de arquitectura a transmitir su concepto de vanguardia, diseño e innovación sostenible. A través de una propuesta visual única tratamos de reflejar la singularidad y excelencia de sus proyectos. Nuestro propósito era posicionar su marca como todo un referente del sector nacional e internacional.

Con ese reto asumimos uno de nuestros proyectos más referenciados y laureados a nivel nacional.

Ante este primer gran reto quisimos elevar la propuesta a niveles que por entonces se escapaban a nuestro conocimiento. Nuestra intención era dar un golpe de efecto, desarrollar un proyecto atemporal que diera que hablar y fuese pionero en España.

Para ello conquistamos al estudio Ortiz León con una propuesta disruptiva y con una clara predisposición hacia lo desconocido. Era arriesgada pero todas las sugerencias tenían argumentos sólidos que las respaldaban.

Nuestra propuesta tenía que ser visualmente elegante y estéticamente atractiva, limitando el contenido de texto innecesario y potenciando el contenido fotográfico.

Buscamos un concepto que hiciera de hilo conductor y encontramos en la retícula un nexo en común entre diseño y arquitectura. De este modo dividimos la pantalla en dieciséis partes iguales y las tomamos como base para diseñar todos los módulos de manera que estos fueran encajando perfectamente en pantalla.

A nivel de desarrollo fue el primer proyecto donde aplicamos tecnologías con las que hasta entonces no habíamos trabajado y que nos sirvieron para experimentar con las animaciones y el rendimiento de las mismas.

Todo esto ayudó a que implementásemos nuevas metodologías que nos sirvieron para sentar las bases y crear nuestro propio sistema de diseño y desarrollo.